Nuestra estancia en Le Sirenuse fue extraordinaria, un equilibrio perfecto entre historia, lujo y hospitalidad italiana. La atmósfera del hotel es mágica, con vistas incomparables a Positano que transmiten la esencia de la Costa Amalfitana.
El punto culminante fue sin duda la cena en La Sponda, su restaurante con estrella Michelin. Elegimos el menú degustación y cada plato fue una obra maestra: productos locales transformados en experiencias únicas, con una presentación impecable y un servicio atento y sofisticado. La combinación de sabores mediterráneos, la excelencia enológica de su carta de vinos y el entorno iluminado por cientos de velas crearon una noche inolvidable.
Le Sirenuse y La Sponda no solo cumplen las expectativas: las superan y se convierten en un recuerdo imborrable de Positano.