Lo mejor es la ubicación y el personal amable.
Lo regular es que todo se rompe durante la estadía (el agua caliente, el ascensor, la caja fuerte, etc), y hay perros en la recepción y durante el desayuno paseando por las mesas.
Hay pocas chicas de limpieza y pueden no hacerte el cuarto.
El desayuno, falta personal para reponer todo y siempre faltan cosas.
Las habitaciones pequeñas, armario pequeño.
Para fin de semana puede ser, más días incómodo.